Basiliso Serrano Valero
El Manco de La Pesquera
En el seno de una humilde familia cerca del paraje "El Molinillo", en la casa conocida como "la cirujana", perteneciente al pueblo conquense de La Pesquera, vio la luz el miércoles 15 de abril de 1908, a las cinco de la tarde, Basiliso Patrocinio Serrano Valero. Sexto hijo, el benjamín del matrimonio formado por el cirujano Francisco Serrano y Rosario Valero, naturales de la provincia de Albacete pero avecindados en La Pesquera desde hacía años. La vida marcó a Basiliso desde sus inicios. La suya era una familia humilde, como la mayoría de sus vecinos, donde la crianza de los hijos se basaba en el arduo trabajo y el esfuerzo. Sin embargo, el destino le deparó un duro golpe cuando, antes de cumplir un año de edad, perdió a su padre. A pesar de las adversidades, Basiliso demostró desde pequeño un carácter fuerte y recio, cualidades que, junto a su dotes de liderazgo y carisma, lo alejaban del oficio de pastor que, en teoría, le correspondía.
Entre los imponentes pinares de su pueblo, acompañado únicamente por su rebaño de cabras, Basiliso Serrano dejaba volar su imaginación. Quién sabe qué historias cruzarían su mente mientras contemplaba la inmensidad del paisaje. Al igual que Miguel Hernández, Basiliso era un alma inquieta que encontraba refugio en la escritura de versos y la lectura de libros, probablemente clandestinos, que alguien le proporcionaba. Estas lecturas le abrieron las puertas a un mundo nuevo y lleno de posibilidades, donde la pobreza no dictaba el destino. Fue en esa solitaria existencia donde comenzó a germinar en él la semilla de la inconformidad. No podía aceptar un mundo que lo relegaba a ser pastor toda su vida, sin más aspiraciones que cuidar a sus ovejas. Su inteligencia y anhelos iban mucho más allá, pero las limitaciones materiales lo oprimían.La llegada de la Segunda República Española marcó un antes y un después en la vida de Basiliso. Se convirtió en un miembro destacado de la CNT en su pueblo, evitando desmanes y reyertas que ensangrentaron otras localidades. Incluso sus enemigos políticos reconocieron su valentía y su papel crucial en la salvación de muchas vidas, entre ellas la del sacerdote Alfonso Bonilla, amigo personal suyo.
"Aquí no sobra nadie, falta pan y faltan brazos, compañeros", proclamó Basiliso Serrano en la Plaza de La Pesquera ante los milicianos de la CNT. Estas palabras reflejaban su firme oposición a las purgas que se estaban llevando a cabo, tanto contra destacados derechistas como contra el párroco de su propio pueblo. Basiliso defendía la unidad y la solidaridad, convencido de que la lucha debía enfocarse en construir un futuro mejor para todos.
El 23 de abril de 1933, en su pueblo natal de La Pesquera, Basiliso Serrano contrajo matrimonio con Rufina Monteagudo Ponce. La fotografía de la corbata, nos regala un instante de felicidad en medio de la convulsa época que se avecinaba.
En la fotografía Basiliso y su mujer Rufina Monteagudo Ponce.
Al irrumpir la Guerra Civil Española, Basiliso no dudó en tomar las armas en defensa de la libertad y la democracia que representaba la República. Luchó con convicción, dejando atrás sus sueños e ilusiones personales por un ideal más grande: la construcción de una sociedad justa y equitativa. Su compromiso con la causa republicana no se limitó al campo de batalla. Basiliso puso al servicio de la lucha su ingenio y sus habilidades mecánicas, conduciendo un camión en algún lugar de la contienda. Su labor fue crucial para el transporte de suministros y el traslado de tropas, contribuyendo así al esfuerzo bélico republicano. Un ejemplo de su solidaridad durante la guerra fue la hazaña de traer un camión de harina a Pajazo, un paraje de su pueblo. En un momento en que la escasez de alimentos era generalizada, Basiliso arriesgó su vida para garantizar el sustento de sus vecinos. Este acto de generosidad lo convirtió en un héroe local y le granjeó el respeto y la admiración de toda la comunidad.
Sin embargo, el destino no estuvo de su lado. Al finalizar la contienda, Basiliso regresó a La Pesquera con el amargo sabor de la derrota. La posguerra se cebó con los vencidos, imponiendo un régimen aún más cruel y represivo que el vivido durante la guerra. Ante la injusticia y la persecución, Basiliso se vio obligado a tomar una decisión drástica: huir al monte y vivir en la clandestinidad. La vida en el exilio estuvo marcada por la incertidumbre y el peligro constante. No podía confiar en nadie, ni siquiera en aquellos a quienes había salvado la vida, pues la sombra de la traición siempre lo acechaba. A pesar de las dificultades, Basiliso nunca perdió la esperanza. Su espíritu indomable y su compromiso con la justicia lo impulsaban a seguir adelante, luchando por un futuro mejor para su pueblo y para España.
Un símbolo de resistencia: El mensaje de Basiliso Serrano en las Hoces del Cabriel
Fotos de L. Carrasco.
Tras la amarga derrota republicana, Basiliso Serrano se vio obligado a vivir en la semiclandestinidad, refugiándose en las escarpadas Hoces del Cabriel. En este entorno agreste, entre el fragor del río y el susurro de la brisa, Basiliso dejó un mensaje imborrable en la corteza de un árbol: "LO ESCRIBIO BASILISO SERANO (falta una R) NATURAL DE LA PESQUERA". Junto a la inscripción, la fecha de 1945 y un dibujo de un animal completan este testimonio de un hombre que no se resignaba al olvido. Basiliso quien no solo luchaba por su propia supervivencia, sino también por proteger a su familia de la crueldad del régimen franquista. La Guardia Civil acosaba a sus seres queridos, especialmente a su esposa, su hermana y su sobrino Paco, quien, harto de las torturas y palizas, decidió unirse a Basiliso en la clandestinidad.
El mensaje de Basiliso en el árbol no es solo una firma, es un grito de rebeldía contra la injusticia. Es la huella de un hombre que, a pesar de las adversidades, no perdía la esperanza de un futuro mejor. Su legado nos recuerda la importancia de la memoria histórica y la lucha por la libertad y la dignidad.
Basiliso Serrano, "El Manco de La Pesquera": Un héroe de la resistencia antifranquista
El 15 de febrero de 1946, la vida de Basiliso Serrano, conocido como "El Manco de La Pesquera", dio un giro radical. Un encuentro fortuito con una partida guerrillera en las inmediaciones de su pueblo natal, La Pesquera, lo llevó a tomar una decisión trascendental: unirse a la lucha contra el régimen franquista. A partir de ese momento, "Fortuna", como lo apodaron sus compañeros, se convirtió en un símbolo de resistencia.
Durante siete años, Basiliso y sus camaradas mantuvieron en jaque a las fuerzas represivas en los montes. Su tenacidad y valentía impidieron la normalización de un régimen nacido de la violencia y la injusticia.
La fotografía que acompaña al texto captura un momento emotivo: el reencuentro de algunos de los protagonistas de aquella lucha heroica.
En el libro "Los guerrilleros de Levante y Aragón" de Salvador F. Cava, se relata con detalle la trayectoria de Basiliso y sus compañeros. En el primer semestre de 1946, el grupo de Requena, al que se unió Basiliso, se dedicó a consolidarse, creando lazos, estableciendo campamentos y reclutando nuevos guerrilleros. Su objetivo era establecer una red sólida de resistencia contra el régimen franquista.
Una de las acciones más destacadas de este grupo fue el asalto al pagador de las obras de la central eléctrica del Pajazo en La Pesquera. Esta audaz operación marcó el inicio de una etapa de intensa actividad guerrillera en la región.
El mito de "El Manco de La Pesquera" nació en las montañas, donde este hombre bueno se convirtió en un símbolo de esperanza para los oprimidos. Su leyenda cuenta que robaba a los ricos para repartir entre los pobres, siempre con la justicia social como guía.
El 27 de abril de 1952, cuando Basiliso preparaba su evacuación a Francia, fue capturado por la Guardia Civil en Cortes de Pallás (Valencia). A pesar de las torturas y el encarcelamiento, nunca flaqueó su espíritu ni sus ideales.
Basiliso Serrano, "El Manco de La Pesquera", representa la resistencia inquebrantable contra la dictadura. Su legado nos recuerda que la lucha por la libertad y la justicia nunca termina, y que siempre habrá hombres y mujeres dispuestos a defender los valores de la democracia y la dignidad humana.
El final de Basiliso
Tras su captura en 1952, el destino de Basiliso Serrano, "El Manco de La Pesquera", fue conducido a Valencia. Allí, en la prisión provincial, previamente fue hospitalizado para curarse de las heridas en la pierna.
En algún momento de las requisitorias fue llevado a Cuenca. Custodiado por la Guardia Civil, pasó una temporada en la antigua comandancia de la calle Colón. La ironía de la historia lo situaba en el corazón del poder que lo perseguía, donde incluso se reunió con el gobernador civil de Cuenca, Gabriel Juliá, con el que estuvo tomando café en su despacho.
Encarcelado en Valencia, Basiliso afrontó un juicio injusto que culminó con una condena a muerte. El 10 de diciembre de 1955, a las 7:15 de la mañana, en el cuartel militar de Paterna, seis guardias civiles, bajo las órdenes de su capitán, segaron la vida de este hombre indomable. Basiliso Serrano Valero, "El Manco de La Pesquera", moría el hombre y nacía el mito.
Su cuerpo fue enterrado en el nicho 475 del Cementerio de Paterna, donde permaneció durante 50 años. En 2005, la justicia finalmente llegó. El 9 de diciembre, sus restos fueron exhumados y, al día siguiente, 10 de diciembre, Basiliso regresó a La Pesquera. En una humilde tumba del cementerio de su pueblo, encontró el descanso eterno que tanto anelaba.
La muerte de Basiliso no significó el fin de su lucha. Su legado inspiró a generaciones de luchadores por la libertad y la justicia. Su historia nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza. La valentía y la tenacidad de Basiliso Serrano son un faro que ilumina el camino hacia un futuro mejor.
La última foto de Basiliso Serrano, Septiembre de 1955:
En la fotografía que acompaña al texto, podemos ver a Basiliso Serrano "El Manco de La Pesquera" (a la izquierda), junto a sus compañeros guerrilleros de la Agrupación Guerrillera Levante y Aragón (AGLA). La imagen, cedida por José Navarro "Andrés" (segundo por la derecha), fue tomada por el fotógrafo Hipólito Abraila en la prisión provincial de Valencia, probablemente el 24 de septiembre de 1955, pocos meses antes del fusilamiento de Basiliso. A su lado se encuentra Fructuoso Soriano "Ricardo", otro destacado miembro de la AGLA. Los otros dos guerrilleros de la fotografía también fueron presos políticos, uno de ellos procedente de La Mancha. La imagen es un testimonio invaluable de la lucha antifranquista y un recordatorio de la valentía y el sacrificio de hombres como Basiliso Serrano. A pesar de las condiciones adversas y el peligro constante, estos guerrilleros no dudaron en arriesgar sus vidas por defender la libertad y la justicia.
En noviembre de 2008, el libro "Los Guerrilleros de Levante y Aragón" de Salvador F. Cava fue presentado en el Congreso de los Diputados en Madrid. Este acto, además de ser un homenaje a la obra de Cava, sirvió también para recordar y honrar la memoria de los guerrilleros antifranquistas.
En la fotografía de la presentación, podemos ver a Eligio Hernández (ex-Fiscal General del Estado), Juan Ávila (Presidente de la Diputación de Cuenca) y Santiago Carrillo (ex-Secretario General del PCE) como ponentes. Al fondo de la imagen, se aprecia una fotografía de guerrilleros, entre ellos Basiliso Serrano "El Manco de La Pesquera".
En el año 2009, una fotografía inédita de Basiliso Serrano "El Manco de La Pesquera" irrumpió en las páginas de la historia. Esta imagen, publicada en la portada del libro "Memorias de un luchador antifranquista. De Yecla a Benicalap por las montañas del maquis" de José Navarro Pascual, se convirtió en un nuevo símbolo de la resistencia antifranquista.
La fotografía, tomada en 1952, el mismo año en que Basiliso fue capturado, lo muestra junto a otros guerrilleros, incluyendo a su compañero de prisión José Navarro Pascual. La imagen es un testimonio invaluable de la valentía y el sacrificio de estos hombres que lucharon por la libertad y la justicia en una época oscura de la historia de España.
El 29 de septiembre de 2023, un nuevo capítulo se escribió en la historia de Basiliso Serrano "El Manco de La Pesquera". El Ministro de la Presidencia del Gobierno de España firmó el documento de reconocimiento y reparación moral para este héroe antifranquista.
Este acto de justicia póstuma significó la anulación de la sentencia de muerte que pesaba sobre Basiliso Serrano desde 1955, cuando fue fusilado por el régimen franquista. También supuso un reconocimiento oficial del sufrimiento que él y su familia soportaron durante la Guerra Civil y la Dictadura.
La firma del documento, supuso un paso importante en la reparación del daño causado por la dictadura y un reconocimiento de la valentía y el sacrificio de hombres como Basiliso, que lucharon por la libertad y la justicia.
El Manco de La Pesquera se convirtió en un símbolo de la resistencia antifranquista y su figura sigue inspirando a las nuevas generaciones en la lucha por los valores democráticos. Su memoria permanecerá viva en el recuerdo de aquellos que lo conocieron y en las páginas de la historia.
Este acto de reconocimiento y reparación moral es un hito importante en la memoria histórica de España. Demuestra el compromiso del Gobierno con la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas de la dictadura. Es un paso necesario para construir una sociedad más democrática y justa, donde la memoria de los que lucharon por la libertad nunca sea olvidada.
Poemas escritos por Basiliso: ROMANCE DEL MANCO DE LA PESQUERA
En una barca Pesquera en olas
de una mar embravecida
vi. la luz por vez primera
en esta mísera vida.
Y lanzada por los vientos
que conduce el egoísmo
conocí los sufrimientos
de este terrible fascismo.
En esta mar encontré
en una dura pelea
y entonces me percaté
que defendía una idea.
Quise orientarme
pues yo quería vencer
y entonces vine a encontrarme
en un nuevo amanecer
Vi navegar mucha gente
unidos y con amor
que también hacían frente
a ese egoísmo traidor.
Izé con ellos bandera
y con los mismos luché
desde entonces La Pesquera
sola en la lucha, no fue.
Estas son las columnas
que conducen a la paz
de aquellas obras tan dignas
que nos legó Carlos Marx.
Vi formar orgullosa
a la masa proletaria
para seguir valerosa
a su jefa Pasionaria.
Esa es nuestra Capitana
que va formando en cabeza
con la obra más humana
que se conoce en justeza.
Con inteligencia asombrosa
nos dice: jamás debéis olvidar
que nuestra fuerza es poderosa
conservando la unidad.
Con disciplina consciente
justeza y sinceridad teniendo
siempre presente
que nuestro lema es luchar.
Y si algún día solos os veis
al teneos que orientar
allá tenéis al "Crelín"
que sirve de estrella polar
dirigida por Stalin
en la tierra y por la mar.
Allí se vive el amor
sin cadenas ni tiranos
es un pueblo trabajador
que terminó con los amos.
Nosotros también luchamos
por conseguir el mismo amor
siguiendo a esos hermanos
que es nuestro máximo honor.
¿Veis esta mar embravecida
que al mundo quiere arrancar?
Ya le queda poca vida
la podemos dominar.
Y si en este oleaje
entre nubes y colores
vi una mujer sin ropaje
y a miles de trabajadores
decir con fuerza y coraje
¡ Esa es mi madre! ¡ Es Dolores!
Fortuna.
ENTRE FOLLAJES Y VENEROS
Entre follaje y veneros
tras los últimos Puntales,
existen los matorrales
donde viven guerrilleros.
Sin diferencias sociales
pero sí con gran respeto
y con disciplina de razón
levantando su bandera
para vencer la opresión.
Ondeando está gozosa
por ciudades y montañas
pues ella se encuentra orgullosa
como rosa en la pradera
en ser bandera de España
de la fuerza Guerrillera.
Hombres en lucha sin par
vais venciendo al opresor
y al pueblo trabajador
le daréis la libertad.
Deslizándose por oscuras brisas
como las agua bravías
vais con estrellas y risas
a hacer las centrales trizas
o a los trenes en las vías.
Ajusticiar a un traidor o
frente a la Guardia Civil
chivato o malhechor
sinvergüenza o persona vil.
Así corréis por la Plana
o empinadas laderas
cundiendo vuestro
valor y fama
controlando carreteras,
hablando a los campesinos
ciudadanos o de aldea.
Y vais corriendo caminos
por defender vuestra idea
de acabar con la Falange,
Franco y su mala ralea.
Les habló a los guerrilleros
a todas castas sociales
que también son caballeros
aunque estén en los Puntales.
(Fortuna)